La playa como recordatorio del cambio
Mariana Gutiérrez-García, curiosa.
Las playas costeras son la división entre la tierra firme y el océano, son hogar de diferentes especies de plantas y animales. El espacio donde llegan a aparearse animales como el lobo marino, donde dejan sus huevos las tortugas y a donde llegan las ballenas para alimentar a sus crías. Además, son la mejor defensa que tienen las costas contra fuertes vientos y olas provocadas por grandes tormentas.
Están compuestas de millones de pedazos grandes o muy pequeños de material suelto que se juntan en la costa de los continentes gracias al oleaje del agua y corrientes de aire. Este material puede ser muy finito como algunos tipos de arena que hasta parece polvo; no tan fino, como la grava; más grande como los guijarros, o rocas muy grandes, como las hay en algunas playas en Baja California. Pero sea arena fina o rocas muy grandes, todas estas llegan al agua por derrumbes de barrancos, de lo que traen los ríos desde su origen en lo alto de las montañas, y de la erosión de la superficie del continente, osea, de lo que se desgasta la tierra por el choque del agua o el paso del viento. También hay pedazos de corales y conchas de diferentes animales, que cuando se rompen se convierten en parte del suelo de la playa.
Playa arenosa. San Crisanto Yucatán. Fotografía obtenida de topadventure.com
Playa rocosa. Copala, Guerrero. Fotografía de Mariana Gutiérrez-García
Playa rocosa. Copala, Guerrero. Fotografía de Mariana Gutiérrez-García
Las rocas al estar en el agua en constante movimiento y chocando una con otra se van haciendo más y más chiquitas cada vez con el paso de muchos muchos años. Así es que sabemos que las playas arenosas son playas originadas hace mucho más tiempo que las playas rocosas.
El color de las rocas y de la arena de la playa, depende de los minerales que tiene el suelo de las diferentes partes del mundo. Desde la arena negra de roca volcánica como la que hay en Hawai, arena roja por hierro oxidado como las de algunas playas en Canadá, rosa en las Bahamas, clara en muchas partes del mundo, hasta la arena blanca como en Australia. Cada una con características distintas. En México tenemos algunas de diferentes colores. Encuéntralas.
Playa de arena negra. Punaluu Black Sand Beach. Hawai. Fotografía de Private Homes Hawái
Playa de arena naranja. Isla Galápagos. Fotografía obtenida de elcorreo.com. Visita para ver otras playas hermosas de otros colores.
Playa de arena blanca. Hyams Beach, Australia. Fotografía de Dave Naithani obtenida de wikipedia.org
Y otra cosa que hace diferente a las playas en distintas partes del mundo, es la temperatura del lugar, y a parte, la temperatura del agua que llega a la orilla. El agua que se calienta en la superficie del planeta se mueve por la parte de arriba hacia los polos. Y de los polos hacia el resto del planeta, fluye el agua fría en lo más profundo del océano transportando agua llena de oxígeno y nutrientes. Todo ese intercambio de temperatura, agua y materia viva y no viva gracias a las corrientes marinas, permite que la temperatura del planeta se regule y que haya tanta vida.
El agua, los océanos, son un recordatorio de que fluir es importante para pulir todo lo que llevamos dentro, para tener tierra fértil, de libertad y fuerza, de voluntad para acercar distancias entre dos puntos. Las playas, un recordatorio de que a cada segundo algo ya cambió en nosotros, así como en ellas cada vez que sube y baja el agua, ya no es igual.
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